Diferencias entre la rentabilidad y el rendimiento de una criptomoneda

A pesar de que las criptomonedas están jugando un papel cada vez más importante en la economía de la calle, siendo ya las protagonistas de una cantidad de transacciones comerciales que va en aumento, en consonancia con las regulaciones y el potencial de estos activos, lo cierto es que muchos no dejan de considerarlas precisamente eso, activos de inversión.

Como tales, y para entender cuál es la dinámica de las criptomonedas, es importante empezar a familiarizarse con dos conceptos que se suelen confundir muy a menudo y que hacen referencia a la posición que ocupa una criptomoneda en un determinado momento.

Aunque ambos términos hacen referencia a las tendencias que sufren los activos y el margen de capitalización bursátil que alcanzan, no son sinónimos y no deben considerarse como palabras que hacen referencia a un mismo aspecto, porque no es así.

Veamos en qué se diferencia la rentabilidad del rendimiento, y qué factores influyen en su oscilación.

Rentabilidad de las criptomonedas: qué es y qué indica

Cuando se habla de rentabilidad, se habla de un aspecto que influye en cómo de atractivo es un activo de inversión. Está claro que al decir que una criptomoneda es rentable, los inversores se interesarán por ella. En cambio, un activo poco rentable hace que el interés por él decaiga.

Pero la rentabilidad no es sinónimo del valor que tiene una criptomoneda. Es un aspecto relacionado, pero no es lo mismo. Tomemos el ejemplo de Bitcoin y su tendencia bajista sufrida por la caída del token Luna.

Ahora mismo, el valor de Bitcoin ha decaído en comparación con el que tenía el BTC en el mismo periodo del año pasado. Por tanto, para los inversores que hayan comprado Bitcoins hace un año y hayan visto devaluarse el activo, Bitcoin habrá sido un activo no ya no rentable, sino con rentabilidad negativa; es decir, han perdido dinero porque el Bitcoin vale menos de lo que valía hace un año.

En cambio, esa situación es positiva para aquellos inversores indecisos que no hayan comprado Bitcoins o que quisieran esperar a que su valor cayese. Por eso, ahora es un buen momento para comprar BTCs: el activo presenta el precio más bajo en 18 meses, por lo que es un momento perfecto para comprar.

Si Bitcoin vuelve a experimentar una tendencia alcista como la que ya ha protagonizado en otras ocasiones, y alguien invirtiese 21.000 € en 1 BTC completo, si recuperase el valor perdido y volviese a alcanzar los 57.000 € la unidad, su rentabilidad se dispararía: al inversor le habría hecho ganar 36.000 €, por lo que para él Bitcoin habría sido muy rentable.

Para protegerse de estas fluctuaciones innatas a las criptomonedas, y también para expandir los márgenes de beneficios que pueda alcanzar el activo, existen los programas de rendimiento que algunas plataformas ya incluyen para intentar aumentar el porcentaje de rendimiento anual del activo, que puede ser de hasta un 15% en el caso de los programas de Criptan Earn.

Sus detalles están al alcance de todos los interesados a través de https://criptan.com/es/criptan-earn/ y, hasta el momento, Earn90, Rendimiento USDC y Staking ETH 2.0 forman parte de esta familia de recursos de la plataforma española.

¿Qué es el rendimiento de una criptomoneda?

El rendimiento de una criptomoneda es el desempeño que protagoniza un activo en el criptomercado. Está relacionado con la rentabilidad y con su nivel de capitalización bursátil, y se determina en periodos de tiempo, los cuales pueden ser desiguales y dispares.

Con esto queremos decir que, aunque la rentabilidad de una criptomoneda se mide en tendencias o en periodos de tiempo más largos (un activo que es rentable, suele serlo por un tiempo, mientras que uno que deja de serlo tiende a tardar en recuperar su rentabilidad), el rendimiento es más efímero.

Un rendimiento positivo es sinónimo de una tendencia al alza. Es un indicativo de que el valor de la criptomoneda está aumentando. Si el rendimiento es negativo, es que su nivel de capitalización bursátil está menguando.

Pero es posible que un activo presente un rendimiento positivo y que, en cambio, su rentabilidad sea negativa. Es un aspecto inherente a todas las inversiones, pero las fluctuaciones en los valores de las criptomonedas permiten percatarse de esta diferencia más eficientemente.

Volvamos al ejemplo de Bitcoin durante su tendencia bajista. Ya hemos explicado que para un inversor que comprase Bitcoins en su periodo de cotización bursátil más elevado, Bitcoin habría dejado de ser rentable. ¿Por qué? Porque mantuvo un rendimiento negativo de manera prolongada en el tiempo, haciendo caer su valor.

Pero imaginemos que ahora Bitcoin empieza a repuntar y que empieza una tendencia alcista. Diríamos que Bitcoin está teniendo un rendimiento positivo porque su posición global en el criptomercado está mejorando, dado que su valor está aumentando. ¿Significa esto que Bitcoin ya es rentable? No necesariamente.

Para los inversores que comprasen Bitcoins por 57.000 € la unidad, que Bitcoin pase de valer 27.000 € a 29.000 € no marca la diferencia: a pesar de presentar un rendimiento positivo, Bitcoin está presentando una rentabilidad mala para ellos.

En cambio, los inversores que compren ahora Bitcoins valiendo 27.000 € tendrán las expectativas muy altas cuando el BTC empiece a experimentar un rendimiento positivo, por ínfimo que sea: porque el margen de ganancias es muy amplio y una tendencia alcista puede convertir para ellos el Bitcoin en un activo muy rentable: porque lo han comprado por un valor reducido y el activo se ha revalorizado con el tiempo.

Por eso, que Bitcoin esté presentando en estas últimas semanas el valor más reducido en año y medio abre una ventana de compra para muchos inversores indecisos. El activo ahora puede presentar un rendimiento negativo, lastrando su rentabilidad; un rendimiento neutro, improbable en las criptomonedas y que supondría presentar un rendimiento invariable durante un lapso de tiempo determinado, o un rendimiento positivo, lo cual haría que su rentabilidad fuese cada vez mayor cuanto más positivo sea el primero.

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